Efectivamente disponemos de alguna ayuda de la administración y de particulares pero conviene distinguir varias cosas. La primera es que con estas ayudas apenas se cubre el 20% del presupuesto de gastos. La segunda es que esas ayudas se emplean, principalmente, para sostener el área de cuidados y apoyo social: vivienda, ayudas de emergencia a compañeros con dificultades… El tercer uso que se pretende dar a esas subvenciones es el de las acciones de sensibilización y formación que no son directamente retribuidas. Y la cuarta función de esas ayudas es la de “cubrir” la desventaja con la que una entidad como la nuestra juega en un mercado muy competitivo. Estamos impulsando desde las entidades de economía social la implantación de clausulas sociales en los contratos de administración en las que se contemple que las cuestiones ambientales y sociales tengan un peso específico, pero mientras eso se da las subvenciones son la única alternativa para cubrir ese déficit.