Ante el Primero de Mayo: el trabajo como uno de nuestro pilares y como uno de nuestros retos.
Uno de los tres pilares que nos sostienen es el trabajo y de los tres, pese a que puede que sea el que más tiempo y esfuerzo nos supone, puede ser al que menos entradas de este blog le hemos dedicado. Un Primero de Mayo como este puede ser un buen día para reivindicar la importancia que tiene para nuestro colectivo. Tanto que ese «queremos vivir de la basura» no es más que una concreción de un «queremos vivir de nuestro trabajo» y no de la caridad, no de las subvenciones, no de los donativos… Queremos vivir de nuestro trabajo y queremos hacer un trabajo útil para la sociedad, tan útil como el de ocuparse de las cosas que nadie quiere e intentar que esa ocupación no sea esconderlas bajo la alfombra de un vertedero, si no la segunda oportunidad de la reutilización o la tercera del reciclaje.
Queremos que ese trabajo sea un trabajo digno, que cobra sentido para nosotros en el apoyo en los otros dos pilares, la solidaridad y el apoyo mutuo, pero que en sí tiene que reunir todas las condiciones de dignidad que son exigibles en nuestra sociedad más allá de lo que dice la ley: el derecho al descanso, el derecho a una retribución justa por el trabajo realizado, el derecho a unas cotizaciones que garanticen la cobertura en caso de enfermedad, jubilación o desempleo… y así se materializa en nuestra práctica cotidiana, donde todos esos derechos están garantizados.
Pero sabemos que hay que seguir avanzando, como colectivo y como sociedad: el reparto del trabajo para que haya para todas las personas, la garantía de que el trabajo asalariado no pierda poder adquisitivo, sobre todo en momentos como este, el reconocimiento de todos los derechos a los trabajadores que quedan fuera incluso del concepto de ciudadanía y que muchas veces realizan labores esenciales como los cuidados o el trabajo en el campo. Son retos para nuestra sociedad hacia los que estamos dispuestos a empujar.
La evolución hacia una jornada completa de 30 horas, el mantenimiento de la igualdad salarial total, el mantenimiento de un entorno de trabajo amable, en el que se busque una resolución pacífica de los conflictos, en el que todas las personas que participamos nos sintamos a gusto y con la oportunidad de crecer, en el que se den todas las oportunidades posibles en la participación en la toma de decisiones, en el que personas con dificultades de inserción laboral encuentren su oportunidad de trabajar… son los retos que nos planteamos como colectivo para empujar esos retos que tenemos como sociedad.
Y a todo eso devolvemos la mirada en este Primero de Mayo, conscientes de que hemos avanzado mucho y de que nos queda mucho camino que recorrer y muchos obstáculos que salvar.












