Lo hacemos porque entendemos que estamos prestando un servicio: el de ayudar a personas, entidades… a deshacerse de cosas que no necesitan, que pueden estar ocupando un espacio en sus viviendas, oficinas, instalaciones… que dificultan su actividad cotidiana o generan cualquier otro problema.
Al prestar ese servicio se generan unos gastos: transporte, personal, gestión… desde el primer momento: se tiene una persona atendiendo las llamadas, se tiene que gestionar una agenda. Hay un trabajo de carga y descarga, puede que montaje y desmontaje y, finalmente, la gestión de aquello que recogemos. Puede que se pueda reutilizar, o tal vez lo tengamos que preparar para el reciclaje o puede que lo tengamos que derivar a otro gestor especializado en el tipo de residuo del que se trate. En ese caso se añade un coste adicional al tratamiento.
[Volver a «Explicando los precios»]