No vamos a pedirte que nos cedas tu ropa. Al menos en este artículo. En parte nos dedicamos a eso, a revender ropa usada. Pero nuestra vocación va más allá. Y trabajar en este mundillo del reciclaje nos ha hecho consciente de la cantidad de ropa usada que se mueve en este país (suponemos que en todo el todo el mundo) y del problema que eso supone a escala global.
Vamos a decirlo claro desde el comienzo: estamos produciendo y consumiendo mucha más ropa de la que necesitamos y por, por supuesto, mucha más ropa de la que este planeta puede reabsorber. Porque el problema con los excesos no está sólo en los armarios, que rebosan de ropa que nos pondremos un par de veces (o ninguna) sino en qué hacer con todos los excedentes, qué hacer con toda esa ropa cuando por fin decidimos deshacernos de ella, y la llevamos a algún contenedor, a alguna parroquia, a algún punto limpio. Podemos pensar (con bastante ingenuidad) que esa ropa vuelve al circuito en segunda mano. Pero es sólo una mínima parte la que consigue revenderse. Mucha de ella irá a otros países del Sur, donde vendida a bajo precio reventará los mercados locales, la empresas locales. Otra se destinará a trapos, a borra u otros subproductos. Y hablamos de ropa que, la mayor parte de ella, está en perfecto estado de uso. Por supuesto: nadie remienda, nadie da vuelta a los cuellos, nadie sube o baja dobladillos, eso pasó a la historia.
Es un tema descontrolado: las empresas producen, los consumidores comprar y justo después de esos dos actos tenemos un problema de primera magnitud, con toneladas y toneladas de ropa usada dando vueltas, cambiando de mano, generando negocios a veces sospechosos, pero en cualquier caso sin ningún criterio de sostenibilidad.
Por eso nuestra invitación de hora es a, primero, reducir, dejar de comprar compulsivamente ropa que no necesitamos. Hay muchas cuestiones relacionadas con la producción de ropa en las que no entraremos ahora: mano de obra infantil, uso de contaminantes… pero lo primero es reducir la producción hasta hacerla sostenible. Y mientras, y en eso queremos insistir en este blog: compremos segunda mano. Seguramente cualquier prenda que necesites esté en el mercado de segunda mano, hay muchas formas de acceder a ella, aplicaciones, mercadillos, tiendas especializadas. Tal vez cueste un poco acostumbrarse. Tal vez lo más difícil es dar ese salto para entender que comprar segunda mano no es sólo una cuestión de ahorro, que no es una opción relacionada con la crisis, con nuestra economía. Comprar segunda mano es una acto de responsabilidad con el planeta, un ejercicio de sentido común.
Algunos datos:
- En España cada ciudadano se deshace de 7 kilos de ropa al año cada (160 millones en total)
- Compramos una media de 8-9 kilos de ropa al año
- Humana es la principal organización dedicada a la recogida de ropa usada en España. Es una ONG aunque con un funcionamiento más cercano a una gran empresa.
Os doy la enhorabuena por la iniciativa. Sois realmente admirables. Si nos detuviédemos a pensar la cantidad de euros que derrochamos en ropa que compramos para no usar… es una locura. Os mando todo el ánimo del mundo y me comprometo a contarle a mis amigos y familiares (y a otros) lo q haceis para q poco a poco tomemos conciencia. Un fuerte abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona